Posiblemente inspirada por Astérix, la Bretaña posee una red de vías navegables
totalmente independiente administrativamente del resto de la red francesa. Durante
el verano, allí las esclusas están abiertas todos los días sin excepción; incluso
los días festivos.
Podrá navegar del Canal de la Mancha al Atlántico, o en el otro sentido, pasando
sucesivamente por el Canal de Ile y Rance 84 km. 48 esclusas y luego el Vilaine
90 km, 13 esclusas; y del Este al Oeste, o en el otro sentido, por el Canal de Nantes
a Brest 208km, 98 esclusas que se prolonga con el Blavet 57 km, 28 esclusas.
El Anjou le propone 275 km de ríos navegables exclusivamente reservados a la navegación
deportiva. El Maine 11 km, 1 esclusa, el Oudon 18 km, 3 esclusas, el Sarthe 126
km, 20 esclusas y el Mayenne 120 km, 45 esclusas.
La región es de muy fácil acceso en coche, TGV o en avión (líneas regulares o low-cost).
Bretaña, tierra de mitos y de leyendas, donde las tradiciones ancestrales todavía se perpetúan, es una región que supo conservar su idioma, sus costumbres, y el folklore de su pasado. Este país de magia y de misterios le deslumbrará por su riqueza y su universo increíble.
La Bretaña es muy original por las influencias multiples y variadas que han marcado
su historia. Disfrutará sin duda alguna de las leyendas bretonas, herederas de los
cuentos celtas que se transmiten de generación a otra.
Los imperdibles de la región Bretaña - Anjou en barco
A unas horas de París, el Anjou le encantará por lo bien que se vive allí, su gastronomía,
sus castillos y abadías. Vaya a explorar su rico y auténtico patrimonio.
- La proximidad del océano ha influido mucho en la calidad de la restauración en Bretaña.
Ostras de Cancale, mariscos, pescados de todo tipo le van a encantar. No podrá tampoco
ignorar los fars, crepes, tortas, sidra y calvados.
- El Parque Natural Regional de Armorique y el Parque Natural de Brière albergan 69
especies de mamíferos salvajes, más de 250 especies de pájaros y más de 40 especies
de peces de río.
- Para aportarles la mejor acogida posible a los cruceristas, 25 municipios ribereños
de los canales y ríos navegables de Bretaña se han comprometido en respetar una
gran calidad de acogida a los visitantes. Estos canales y ríos están rehabilitados
perfectamente para los turistas que son sus únicos usuarios.
- No fue una mera casualidad si los reyes de Francia eligieron el valle del Loira
(declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO) para construir magníficas residencias.
No faltan los castillos, casas solariegas, molinos y abadías en esta esplendida
región que alberga tres parques naturales regionales y un parque interregional.
Algunas etapas de su crucero en Bretaña - Anjou
La región Bretaña Anjou es un concentrado de naturaleza, de mitología, de arquitectura,
y de arte de vivir...
Una semana no le bastará para descubrirla entera.
Con su label de "ciudad de arte y de historia", Nantes
alberga el magnífico Castillo de los Duques de Bretaña. Numerosas especialidades
culinarias como por ejemplo el famoso Petit Beurre LU y las galletas rellenas BN
de toda la vida vienen de esta región. El 90% de la producción de Muguete Francés
se cultiva allí.
En barco pasará al pie de la fachada sur del Castillo de Josselin,
reputado el más famoso de toda Bretaña. Amarre su barco a los pontones, sólo le
quedarán unas decenas de metros que recorrer caminando para visitarlo y descubrir
el pueblo medieval y sus casas con entremado de madera o de piedra.
Si le gusta lo medieval, siga su camino hasta Rohan donde
podrá visitar las ruinas de otro castillo medieval.
Qué agradable es entrar en barco en el corazón de Rennes,
la capital bretona. Si le da tiempo, no dudéis en quedarse un o dos días más. No
le sobrarán para descubrir su rico patrimonio: Catedral St. Pierre, Palacio del
Parlamento de Bretaña, Ayuntamiento, Museo de Bretaña, casas con entremado de madera
particularmente bien rehabilitadas...
Apodada la Venecia del Oeste, Redon se sitúa en la intersección
del Canal de Nantes a Brest y del Vilaine. Esta antigua ciudad portuaria se enriqueció
notablemente gracias a sus actividades marítimas y fluviales y al comercio de la
sal de Guérande y de Ambom. De esta riqueza pasada perduran numerosos monumentos,
entre los cuales la Abadía Saint-Sauveur, joya del arte románico.
También podrá visitar allí el Museo de la Marina.
Mientras navegue en el Mayenne, atravesará Laval y tendrá
una plétora de sitios para amarrar su barco. Ciudad nativa del "aduanero" Rousseau,
esta ciudad le propone más de quince edificios religiosos que visitar, cinco museos
y además de su castillo, numerosas huellas de su pasado medieval.
Después de haber probado las "rillettes du Mans", párese para ir a por "petits sablés"
en... Sable-sur-Sarthe. Siga adelante, y aproveche de
su parada para visitar la abadía neogótica de Solesme y escuchar en directo sus
cantos gregorianos. A las 10 de la mañana y a las 5 de la tarde.
Fotos: Viñedo angevino – JP Klein – CDTA; Blois - CMouton; CRTB; Nicols